Los cannabinoides sintéticos se refieren a un número creciente de compuestos químicos artificiales que alteran la mente, que se rosean sobre material vegetal seco o desmenuzado para ser fumado. También se consiguen en forma líquida para ser vaporizados. Son más peligrosos que la marihuana porque pueden afectar el cerebro mucho más potentemente que la marihuana. Sus efectos pueden ser impredecibles y en algunos casos fatales. Son vendidos como inciensos herbales en paquetes coloridos de papel metalizado. Se consiguen en una variedad de marcas como K2, Spice, Joker, Black Mamba, Kush y Kronic. Su popularidad creciente, especialmente entre los jóvenes, se atribuye a su acceso fácil y que se venden como “naturales” e inofensivos. No se detectan fácilmente en las pruebas estandarizadas de drogas.